Explosión de sonrisas
>> martes, 30 de septiembre de 2008
Tengo miedo de olvidarme del despertar
cuando se propaga la tímida noche,
mas la señal en esta orilla del día
con aquel cielo encapotado,
tanto,
que uno podría levantar la mano y alcanzarlo,
me dice con resentido respeto
que la sombra del contorno de mi pena
no es tal,
es falsa mentira.
Créeme que sólo es ceremonia, amigo.
Ando en el gremio de la alegría,
trazo y esparzo arrebatos de sonrisas,
cordial truhán de revueltas,
mutismo en mares de lágrimas,
cauteloso en palabras
pero resurgido del fondo de cualquier fisura.
Fue el azar
el que troceó las turbias lágrimas
junto al humedecido mausoleo.
Yo, te dejo mi risa,
mi aplauso, mi fortuna.