El aire despertó en mí

>> jueves, 26 de agosto de 2010

El aire despertó en mí

la morriña de lo que murió,

desperezó también el alma

adormecida desde hace tantos otoños caducos,

y es hoy el oro del sol

el que deslumbra unos ojos hartos de agua,

para resurgir de la sombra

que dio cobijo a mi savia.

Todo ha cambiado.

Las esquinas ya no son redondas,

ni proyectan sombras los sueños.

En una bolsa vacía de flores

manaban semillas de fe

y con cada riego

nacía mi esperanza.



Hoy amo.

Amo lo que dejé y lo nuevo que poseo.

Vengo dispuesto a llamar a tu puerta

y cantarte los abrazos

lapidados antes en tumbas frías.

Hoy, heme aquí,

vivo hasta hacerme infinito.

Y en cada voz

una nueva plegaria.



Si acaso maté,

hoy doy vida

y me la bebo.



3 comentarios amigos:

Frannao 27 de agosto de 2010, 21:53  

Hola Hisae cuando puedas pásate por mi blog, tienes un encargo que recoger.
Un abrazo

© José A. Socorro-Noray 28 de agosto de 2010, 0:27  

Somos uno,
somos el mismo aire.


Un fuerte abrazo

Omar Magrini 28 de agosto de 2010, 22:08  

MArito, hacia mucho que no leia tus poemas y siempre es un placer visitar tu blog volver a hacerlo. La frase;
"En una bolsa vacía de flores
manaban semillas de fe
y con cada riego
nacía mi esperanza." Excelente!
Saludos
Omar

  © Blogger templates Shiny by Ourblogtemplates.com 2008

Back to TOP