Cuando de masculinidad se trata

>> domingo, 24 de octubre de 2010


Cuando de primaveras se trataba, o del mar, o acaso de miradas de soslayo al cielo, me dabas la mano. Cuando los secretos se amontonaban en nuestros cotidianos días y ninguno de los dos llegó a encontrar la llave, me mirabas en silencio sabiendo que te entendía.

Si acaso te marchabas y yo me quedaba hasta el final del ocaso, pidiendo el deseo de una interminable noche –siempre a tu lado, regresabas.

Cuando unos lo llamaban debilidad y nosotros pensábamos que eso era ser feliz, entonces entendíamos que la sensibilidad era universal. El hombre era más hombre, nosotros éramos más hombres que aquellos que quemaban sus ratos entre gritos, suciedad y alcohol barato. Éramos más hombres –aprendimos-, porque habíamos logrado proyectar esos instantes diarios de felicidad, sin miedo a discernir entre diversos azules o el pánico a ahogar versos entre lágrimas.

¡Qué feliz siendo hombre!



Me invadió una especie de vértigo al saberme afortunado y compartirlo contigo. El saberme más hombre que aquellos que trataban de contaminar mi mundo.

Ahora, tú eras capaz de llorar, desnudo tu torso, en mi hombro. Sin dudar ni un instante de tu virilidad.



Read more...

No me pidas que me calle, si no sabes lo que siento

>> jueves, 21 de octubre de 2010


No me pidas que me calle, si no sabes lo que siento.

Decirte una vez más, no es crucificarte en la tarde,

aunque mis ojos formen parte de ella

y la certeza de mirarte

conviva desde el alba al oscuro e incoloro ocaso.



El día nació bello para ambos,

azules jugando con matices,

cielos que se rompen,

brillos del sol en el agua.

Los abrazos y los besos que me lees

¡No! ¡Basta!

no me robes tanto las frases

y abrázame.



Palabras arrebatadas al instante

que duelen y no se piensan,

y ahora

no me pidas, por favor, que me calle, si no sabes lo que siento.

Lo dicho volando al cielo,

confundido entre las nubes

y ese amor

que se muere todo el tiempo.

¿Cuándo podré leer tu poesía inacabable

que aún no comenzaste?




Read more...

Esa necesidad de escribir

>> viernes, 1 de octubre de 2010


Nunca había soportado el peso de tener tanto que escribir y tan pocas palabras para hacerlo.
Cual fusta, no me habían restregado el largo látigo tan dolorosamente por la espalda y a la vez tan placenteramente.

Jamás antes soñé tanto sin amar,
ni había deseado matar un deseo por el placer que producía.

Nunca imaginé que un día con una noche de palabras
fueran a ser alimento para el hombre.
Y hoy siento un apetito voraz...
Ya sé que la palabra alimenta y el hambre llega cuando hay silencio.

Tengo tanta necesidad de escribir
como la que pueda sentir el cielo de la luna al caer la noche,
o el cachorro de la madre ente el peligro.
Urge prolongar las horas hasta agotarme,
sin que existan relojes que callen.
Deseo que nuevamente
alguien me escuche y me diga que me conoce.

¡Ven!

Read more...

  © Blogger templates Shiny by Ourblogtemplates.com 2008

Back to TOP