Cuando por huir te llaman cobarde

>> domingo, 21 de julio de 2013

No me pidas que me beba el rocío de la mañana
cuando mi noche aún permanece
y sigo viviendo del reflejo de una luna que no termina de salir.
No me pidas que levante mi espíritu
si no encuentro un motivo que mantenga la dicha
con la cual cuentan que nací.
Te dejo.
Marcho a un lugar incierto
donde no se me pida dormir a deshoras,
ni comer lo prohibido,
ni adorar,
y donde morir se haga con recelo.
No me sigas.
Ni siquiera te dejo mi sabor en un beso
¿para qué?
Sería amargor en tu boca.
Suelta mi mano
y olvida que un día la cogiste.
Hoy para ti
tan sólo soy ya el personaje de cualquiera de tus novelas,
o un poema inacabado,
la bruja más mala del cuento
que puede morir cuando acabe tu fantasía.
Mientras
transcurren los nuevos momentos en la compañía de mis errores
y aprendiendo de las vidas anónimas.


©Hisae 2013

2 comentarios amigos:

© José A. Socorro-Noray 21 de julio de 2013, 15:59  

"Hoy para ti
tan sólo soy ya el personaje de cualquiera de tus novelas,
o un poema inacabado..."


Dime, como en aquella antigua canción de Elvis: If I can dream, dime por qué no se pueden hacer los sueños realidad.

Un fuerte abrazo.

http://www.youtube.com/watch?v=b-5uKkYYf4M

Gala 5 de septiembre de 2013, 17:37  

Una despedida con todas las letras.
Sin miramiento y sin sabor. Justo lo contrario que tu poema.
Si me permites la osadía del comentario, me he fijado que hace tiempo no publicas poemas.
Tal vez llego a destiempo, pero es una lástima porque de verdad son muy buenos.
Supongo que tengo que echar un vistazo a tus otros blogs, tener tres debe ser todo un reto!.

Saludos mediterráneos.

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